El Karate, según la mayoría de películas y programas de la televisión, es mostrado como una forma violenta de resolver conflictos, o como un mero pretexto para buscar peleas, para probar quién es el mejor o simplemente para ganar una medalla o competición. Pero en realidad, el objetivo del Karate es muy diferente, el Karate es más que todo eso. Es entrenar el carácter, la disciplina, la fortaleza. Es entrenar fuerza, velocidad, resistencia y otro cúmulo de cualidades físicas.
Entrenar Karate para evitar la violencia puede sonar contradictorio, pero en realidad no lo es. Al entrenar la disciplina y el carácter, se entiende que se hace para evitar situaciones de peligro y de violencia, no para buscarlas y provocarlas, pero sobre todo, para poder controlar los impulsos y los deseos de pelea, para responder con paz ante situaciones que el resto del mundo respondería con violencia. Eso es tener carácter y un dominio total de su cuerpo y mente.
Las técnicas de defensa personal, pueden ser de utilidad en situaciones de peligro, a las cuales todas las personas están expuestas en todo momento. Estas técnicas, que deben ser usadas solamente para defender la vida y nuestra integridad, pueden ser aprendidas por cualquier persona, ya que no requieren una alta condición física ni técnica, por lo que es un excelente complemento para el aprendizaje de un Arte Marcial como el Karate Do.
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